Esta palabra parece muy chocante, es como una cárcel en la que estaremos solo hasta el día que partamos de este mundo (creo que no hay rutina del otro lado) parece una cárcel por aquella frase "hagamos esto... para salir de la rutina". La rutina es un ciclo del día al día y cietamene todo se mueve en Ciclos, el Ciclo del tiempo, el Ciclo del agua, el Ciclo de la vida, en fin, claro está ya el Padre Eterno sabía esto y lo deja reflejado en su palabra.
Una generación se va, y otra generación viene, pero la tierra permanece para siempre. El sol sale, el sol se pone, y vuelve presuroso al lugar de donde se levanta. El viento gira hacia el sur, y da vueltas por el norte; va girando sin cesar, y vuelve a girar el viento. Todos los ríos van al mar, y el mar jamás se llena. Y los ríos vuelven al lugar de donde salieron, para volver a recorrer su camino. ¿Qué es lo que antes fue? ¡Lo mismo que habrá de ser! ¿Qué es lo que ha sido hecho? ¡Lo mismo que habrá de hacerse! ¡Y no hay nada nuevo bajo el sol!
Eclesiastés 1:4-7, 9
Eclesiastés 1:4-7, 9
Dios se lo hizo entender al hombre mas sabio de la historia, el rey Salomón con toda su grandeza y toda su gloria, entendió y aceptó que solo era su rutina, y aunque esta era a todo dar como el Rey que era, aun tuvo que admitir que era vanidad y aflicción. Es bastante existencial el asunto ¿cierto?.
Cuando usas la frase "para salir un poco de la rutina" y crees que eso te librará de esa cárcel, te das cuenta que solo estas haciendo una rutina distinta, para luego volver a la habitual, pero entender esto de forma consciente o inconsciente no es motivo para deprimirse, a lo mejor tu rutina no es tan increíble, tan chévere como la del vecino o la de los famosos o la de los más pudientes, simplemente es la que te tocó vivir, asi que vívela en la gracia y el amor del Señor Jesucristo, has de tu rutina un momento de bendición así no te pesará, si quieres aprovecharla al máximo has lo que hizo Jesús con su rutina, predicar, enseñar, ayudar, amar, dar, sanar, reconciliar, entre otras tantas cosas, aun todavía lo sigue haciendo.
Pablo lo entendió de otra manera, aunque su rutina allá sido totalmente distinta a la que podamos llevar mucho de nosotros.
Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.
Romanos 8:18.
Romanos 8:18.
Eso es sin dudas ver el vaso medio lleno y no medio vacío, esa es la actitud de los hombres y mujeres de fe inquebrantable y de esperanzas vivas, de confianza en que esta rutina, este ciclo de nuestra vida no es una carga si la vivimos llenos del amor y de la gracia del Padre Celestial, esta rutina es momentánea y lo que viviremos en la eternidad (si así lo creemos) será algo glorioso en su presencia, algo que sobre pasa por mucho nuestro entendimiento.