Divorcio, ¿Normal o Común?

"¿Podrán andar 2 juntos si no se ponen de acuerdo?" Amos 3:3.

En muchas ocasiones he reflexionado sobre la determinación, en este momento quiero hablarte de algo crucial que determiné y es no ser un hombre divorciado y como mi esposa esta de acuerdo conmigo y también determinó no ser una mujer divorciada entonces hemos avanzado y este año arribamos a 17 años de matrimonio, mas 6 años que ya teníamos de noviazgo.

¿Que ha sido fácil? Pregúntenle a ella, no ha sido fácil, pero ¿cuando algo que valga la pena ha sido fácil? Sin embargo la reflexión no es en lo absoluto para señalar, criticar o herir a los divorciados y divorciadas, es para mostrar a través de la Palabra de Dios, que el divorcio es la opción más fácil, pero no es la mas adecuada, que es la opción más común, pero a la luz de la Biblia no es la normal, que el divorcio no es un éxito, es un fracaso y hay que asumirlo como tal, con madurez, sin maquillarlo. El divorcio trae consigo un sentido de culpabilidad y de justificación que entre uno y otro extremo las involucrados buscan arrinconarse. Socialmente y peor aun espiritualmente se quiere tomar el divorcio como un principio, sin entender que la Biblia lo deja como una opción final, un último paso cuando ya, agotadas todas las instancias espirituales y humanas con auténtica integridad cristiana, no se concilia la solución.

Y agregó: “Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 
y los dos serán un solo ser.”  Así que ya no son dos, sino un solo ser. Por tanto, lo que Dios ha unido,
 que no lo separe nadie" 
Mateo 19:5-6.

El primer ministerio de Jesús y la razón de haber venido a esta tierra es la RECONCILIACIÓN, donde agotó todas las instancias hasta la muerte para lograrlo y lo hizo por amor, que quiero decirte con esto, si hay verdadero amor agota todas las instancias (no hasta la muerte claro está), no permitas que el divorcio sea el principio si no el fin cuando ya tu pareja no acepta rotunda y definitivamente esa reconciliación, te aseguro que vale la pena la lucha y aunque al final de todo, te pueda tocar vivir el trago amargo del divorcio, por lo menos estarás en paz con Dios Padre primeramente y contigo mismo, que al igual que Jesucristo diste todo por esa reconciliación.

Con madurez, aun sufrida la experiencia de un divorcio, debemos tomar una posición de rechazo ante el hecho de establecerlo como un principio de vida.

Muchas bendiciones para los matrimonios, para los que estén en conflictos que el Espíritu Santo de Dios les llene de mucho amor y sabiduría, a los ya divorciados y divorciadas les bendigo mucho y les digo el Padre Eterno les ama en gran manera y espera que se acerquen a Él y de su mano rehagan sus vidas en pareja.